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La Fundación Noble entregó tecnología y colecciones bibliográficas a los alumnos y sus escuelas. En instalaciones del diario Clarín, se proyectaron los trabajos premiados y cada ganador contó su experiencia.

Cuando en el aula hay lugar para las habilidades sociales y las competencias digitales que las chicas y los chicos aprenden afuera, se abren nuevos escenarios de aprendizaje. Por ejemplo, los concursos educativos. Ya sea que se organicen dentro de la institución, o bien, que la convocatoria llegue desde otros organismos, estas iniciativas pueden enriquecer los trayectos formales.

Los concursos educativos diversifican los vínculos de la escuela con la comunidad ampliada, y permiten articular los conocimientos curriculares con las prácticas culturales, los hobbies -e incluso, las problemáticas-, que interesan a niñas, niños y jóvenes. Eso sucede en cada edición de #SosVosenlaRed, el certamen para estudiantes de todo el país, que la Fundación Noble organiza anualmente.

Nos alegra que los profesores tomen la propuesta y la consideren valiosa para poner en práctica lo que enseñan en sus clases. También creemos que agregan valor al pensar, junto a sus alumnos, las problemáticas actuales que afectan a los jóvenes, explicó María José Schiariti, coordinadora general del programa educativo de la Fundación.

Historias de idas y vueltas

Al enterarse del concurso, por medio de una colega que le avisó por WhatsApp, Matías, profesor del Colegio Presencia, de la ciudad de Buenos Aires, enseguida vio una oportunidad. Estaba buscando una estrategia para incentivar a sus alumnos de primer año a que realicen un uso más crítico y reflexivo de las redes sociales.

A partir de la consigna de la foto única, trabajamos con cada alumno, ida y vuelta, tratando de salir del uso superficial de las redes. Armamos una cuenta de Instagram para subir todas esas fotos. Subimos como treinta. Más allá de que estamos orgullosos por el primer premio, también valoramos el proceso. La propuesta del concurso funcionó muy bien en el aula”, compartió el docente, una de cuyas alumnas, Magalí, se alzó con el primer premio de la categoría ¿Quién sos?, por el trabajo Máscara.

En todos los casos, hubo coincidencia entre aquello que los jóvenes quisieron transmitir a través de sus fotos y lo que interpretó el jurado, conformado por Lucía Merle, Juano Tesone y Fernando de la Orden, fotógrafos de Clarín.

Me venía a la cabeza esa imagen cuando iba por la calle o veía a mis amigos riéndose, y pensaba que, tal vez,  no estaban bien. Por ahí, les estaba pasando algo que yo no sabía, y usaban una sonrisa como una máscara, explicó la ganadora.

Una conexión similar hubo entre Camila, autora de Un escalón de triunfo es ganar dos de humildad, la foto que obtuvo la mención de honor, y Verónica, la profesora que le insistió para participar.

Había publicado varias imágenes acerca del deporte que practica. Yo le decía que, aunque no ganase, ¡igual la iban a conocer! Sin embargo, no estaba convencida de publicar justo esa. Le comenté que para mí era perfecta, porque ella se retrató en la esquina de la escalera, como «subiendo» al éxito, y a la vez, mirando para abajo, sin perder la humildad. Entonces, reforzamos el epígrafe en ese sentido. ¡Y mirá Camila, lo que pasó!, comentó, entusiasmada, la docente del Centro Educativo Nuevo Horizonte.

 

Romper con la mirada del adulto

A veces, son los adultos quienes enuncian lo que piensan los jóvenes. Por eso, desde el comienzo, #SosVosenlaRed  se presentó como un espacio de expresión genuina de chicas y chicos. Fueron ellos quienes manifestaron, a través de distintos lenguajes, como la fotografía, qué temas les preocupaban y en cuáles pensaban. A la vez, en el marco de la alfabetización mediática, el certamen promovió el uso de distintos sistemas de representación en la escuela, además del lenguaje escrito, combinándolos con la comunicación de las redes sociales.

Se notó que fue una mirada desde ellos -señaló Lucía Merle, refiriéndose al fotorreportaje Bullying, de los alumnos del Instituto Euskal Echea, distinguido con la mención de honor de la categoría Una historia en fotos–  Si un adulto hubiera tomado las fotos, seguramente, habría manifestado otros puntos de vista. Por ejemplo, ellos no estigmatizaron. En cambio, a mí me hubiera salido fotografiar ese tema buscando los estereotipos.

En la misma categoría, el primer premio fue para Sobre ruedas, que contó la actividad de una nena a la salida de la escuela. El trabajo estuvo realizado por cinco alumnas del Instituto Espíritu Santo, y se destacó por el cuidado en preservar la privacidad en las redes. Por ejemplo, las tomas se pensaron de tal modo que nunca se mostró el rostro de la protagonista. Además, los epígrafes que acompañaron cada imagen ampliaron el sentido de la historia.

Gracias por este ámbito, donde los jóvenes pudieron mostrarse, acompañados por sus profesores, y se hizo visible todo lo que había detrás de las redes: intereses, talentos, hobbies, preocupaciones. A veces, vemos a los chicos muy enfocados en la mejor imagen, que tal vez no sea la más auténtica, reflexionó una madre, en nombre del grupo de padres que asistió a la premiación.

Un programa educativo que crece

Desde hace más de treinta años, la Fundación Noble desarrolla talleres para alumnos en instituciones educativas y espacios culturales, en especial, en Caba y el Gran Buenos Aires. Por su parte, los concursos educativos y los webinarios -lanzados en 2018- permiten que el programa  Los Medios de Comunicación en la Educación llegue a todas las escuelas del interior del país.

Por eso, para cada edición de #SosVosenlaRed se produce una serie de dispositivos virtuales, pensados para acompañar a los docentes de las distintas provincias. A la presentación digital -con conceptos teóricos y producciones de referencia- y al video con las orientaciones de los fotógrafos de Clarín, este año se sumaron dos webinarios. A través de esas transmisiones en vivo, los estudiantes se comunicaron con los fotógrafos. También, se agregó un video a través del cual uno de los miembros del jurado explicó los criterios de premiación.

En varias escuelas de todo el país, los webinarios para alumnos acompañaron aquellos procesos donde la tecnología se utilizó como soporte de aprendizajes potentes. Hubo profesores que siguieron las transmisiones, vía streaming, en el aula, junto a sus alumnos. Así, esos dispositivos virtuales funcionaron como recursos para actividades didácticas en el marco de las asignaturas.